Conversaciones Inteligentes
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Las conversaciones ocupan un importante espacio de nuestra vida diaria, independientemente de si lo hacemos con un amigo, en la empresa o cualquier otra situación cotidiana; conversar no es simplemente hablar e informar. Nos hemos acostumbrado – el vértigo actual nos ha llevado a eso – a una versión básica de la conversación pensando que, únicamente, sirve para que otros conozcan nuestros puntos de vista y pensamientos. Gracias a la Programación Neurolingüística y, más recientemente, las Neurociencias aplicadas a metodologías como el Coaching, sabemos que los espacios conversacionales son interacciones dinámicas, que determinan la forma en que construimos o destruimos relaciones, a través de la influencia que podemos ejercer sobre otros en el ejercicio de poner en común nuestros conceptos.
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El ritmo actual de nuestra sociedad globalizada, los cambios vertiginosos hacia empresas del conocimiento con colaboradores cada vez más especializados en técnicas y conocimientos complejos, los hijos expuestos a niveles de información nunca antes imaginados, hacen que todos necesitemos desarrollar mayores habilidades conversacionales, el mundo actual nos exige que desarrollemos la inteligencia conversacional, aquella que es esencial para garantizar que nuestros pensamientos e ideas, se compartan de manera clara, y especialmente, para lograr mayores niveles de comprensión a la hora de buscar entender a los otros desde su propia óptica del mundo, y así, comprenderlos sin juzgar, ni buscar moldear su pensamiento.
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Lo verdaderamente exultante de las conversaciones es como propician cambios positivos en nuestra química cerebral y de las personas que comparten de esta actividad exclusivamente humana, aunque no común en nosotros; la oxitocina que se libera durante una conversación adecuadamente desarrollada incrementa los sentimientos de unión entre los participantes ayudando a construir y fortalecer lazos afectivos y de identificación con los otros, ya lo decía Sigmund Freud “La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas”
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Investigaciones desarrolladas por Angelika Dimoka profesora de la Escuela de Negocios FOX de la Universidad Temple en Filadelfia, han comprobado que la confianza, emoción vital para establecer lazos y relaciones durables, se encuentra situada en la corteza prefrontal y es activada por la oxitocina; en esta zona cerebral están también las neuronas espejo vitales en las relaciones que establecemos por reflejo; por el contrario, la desconfianza, aquella que hace que nos alejemos de otros en busca de seguridad física o emocional, está controlada por la amígdala – zona primaria e instintiva – y áreas límbicas de nuestro cerebro, conformando una red neuronal que se activa a partir del cortisol. El hecho de que el cerebro procese estas emociones y sus consecuentes respuestas en lugares separados explica la importancia de la inteligencia conversacional. En términos generales, construir espacios de conversación inteligente basados en el entendimiento de la situación del otro, nos hacen más humanos y nos permiten construir afecto.
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Es recomendable tener presente pautas como las siguientes:
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Establecer ambientes adecuados para la conversación, que no solo implican el espacio físico, sino el emocional, construyendo este último a partir de nuestro lenguaje verbal y no verbal, la observación desprevenida y libre de juzgamientos del otro y, la búsqueda de entender posiciones de pensamiento y su posible complementariedad con las nuestras, antes que tratar de imponer nuestras ideas.
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Entender que los seres humanos somos emocionales y, querámoslo o no, estas hacen parte de nuestros espacios compartidos con otros, se trata de entender y percibir adecuadamente las emociones de los demás y preguntarnos, ¿para que finalidad están allí?, desde el punto de vista de significar un mecanismo positivo para quien las manifiesta
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Las figuras de autoridad, un padre, un directivo empresarial, un maestro, etc., impactan en la vida de otras personas a través de sus conversaciones, asegúrese de estar utilizando las palabras correctas que contribuyan a un cambio generativo y el crecimiento de su interlocutor.
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Una conversación inteligente es un proceso, que se construye y desarrolla con cuidado, cuando forzamos los procesos para que den los resultados que nosotros esperamos, corremos el riesgo de dañar a una persona. La inteligencia conversacional en acción es Coaching y liderazgo en su estado más puro.
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¿Estas realmente conversando con los otros?